La digitalización y los avances en inteligencia artificial (IA) y machine learning (ML) han impulsado el crecimiento exponencial del Internet de las Cosas (IoT). Se estima que para 2030 habrá más de 29.000 millones de dispositivos IoT conectados, una cifra que refleja la rápida adopción de esta tecnología en múltiples sectores. Sin embargo, este crecimiento también expone a las empresas a nuevos riesgos de seguridad, ampliando la superficie de ataque disponible para los ciberdelincuentes.
El riesgo creciente del IoT en la seguridad corporativa
Los dispositivos IoT ofrecen grandes beneficios en términos de eficiencia y productividad, pero también presentan graves vulnerabilidades si no se gestionan adecuadamente. Cada minuto, más de 7.600 nuevos dispositivos IoT se conectan a Internet, muchos de los cuales transmiten datos sin cifrar a través de las redes. Sin medidas de protección sólidas, estos dispositivos se convierten en puertas abiertas para los ciberdelincuentes.
Un reciente estudio reveló que entre enero y febrero de este año, el 54% de las organizaciones experimentaron una media de 60 ataques semanales relacionados con IoT, lo que representa un aumento del 41% en comparación con 2023. Ningún sector es inmune: el sector educativo lidera con 131 ataques semanales, seguido por el gobierno y la defensa (70), manufactura (49) y el sector salud (42). Estos datos muestran la necesidad urgente de reforzar la seguridad en torno a los dispositivos IoT.
Desafíos de seguridad en el IoT
La proliferación de dispositivos IoT ha ampliado drásticamente la superficie de ataque. Muchos de estos dispositivos están diseñados con un enfoque en la funcionalidad y el tiempo de comercialización, relegando la seguridad a un segundo plano. Contraseñas predeterminadas, configuraciones de seguridad deficientes, y la falta de actualizaciones de seguridad son problemas comunes. Además, la interconectividad de estos dispositivos puede generar un efecto dominó, donde un fallo en un dispositivo expone a toda la red.
El uso de protocolos de comunicación inseguros que no cifran los datos es otro problema serio. Dado que estos dispositivos manejan datos sensibles, como información médica o datos operativos, la protección de esta información y el cumplimiento de la normativa de privacidad se convierten en desafíos críticos.
Más allá del EDR: La importancia de la supervisión de red
Si bien las soluciones de Detección y Respuesta de Dispositivos (EDR) y los agentes XDR son eficaces para proteger puntos finales tradicionales, no son adecuadas para dispositivos IoT. Las limitaciones de recursos, los riesgos adicionales de seguridad, la incompatibilidad con sistemas operativos propietarios, y los costos elevados hacen que estas soluciones no sean viables para el IoT.
En su lugar, la supervisión de red se convierte en una estrategia adecuada para proteger estos dispositivos. Este enfoque ofrece visibilidad sobre todo el tráfico de la red, incluidas las actividades de los dispositivos IoT, lo que permite detectar patrones de tráfico inusuales y accesos no autorizados. Mediante la creación de reglas y alertas, las organizaciones pueden prevenir la propagación de ataques y protegerse de amenazas emergentes.
Mejores prácticas para asegurar los dispositivos IoT
La protección de los dispositivos IoT debe ser una prioridad para las organizaciones. Algunas cosas que puedes implementar para protegerlos son:
- Identificar y catalogar todos los dispositivos IoT conectados a tu red.
- Realiza escaneos periódicos para identificar dispositivos no autorizados o vulnerabilidades.
- Aísla los activos críticos de los dispositivos IoT para contener posibles amenazas.
- Limita el tráfico a los puertos esenciales y bloquea el resto mediante reglas de firewall.
Además, aplicar prácticas como actualizaciones regulares de firmware, contraseñas fuertes, cifrado de red, y el uso de estándares de seguridad reconocidos. Implementar controles de acceso estrictos y establecer un Centro de Operaciones de Seguridad (SOC) para una supervisión continua son pasos importantes para proteger tu red.
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Preparándote para el futuro del IoT
El IoT ha llegado para quedarse, y con su expansión, también aumenta la superficie de ataque. Las empresas deben ser proactivas en la gestión de estos riesgos para evitar que los dispositivos IoT se conviertan en puntos de acceso fáciles para los atacantes. Adoptando las mejores prácticas de seguridad y comprendiendo los desafíos específicos del IoT, es posible proteger los ecosistemas digitales frente a un panorama de amenazas en constante cambio. En la era del IoT, la concienciación y la prevención son nuestras mejores defensas.
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